lunes, 21 de marzo de 2016

Especial MICHAEL JACKSON

HIStory (1995, Epic)
8.9
Blood On The Dance Floor (1997, Epic)
9.4
La segunda mitad de los noventa parece algo más tranquila para Michael Jackson que los años anteriores o que los que estarían por venir a lo largo de los 2000 en cuanto a grandes escándalos se refiere. Musicalmente el Rey del Pop seguía siendo líder indiscutible en adaptarse a los tiempos sin perder su sello: HIStory daba un repaso a la situación del mundo (guerra, contaminación, pérdida de valores, masificación) y, a la vez, determinaba la posición personal del artista dentro de ese mundo (su acuciante soledad levemente paliada por su matrimonio con la hija de Elvis Presley, el acoso permanente de los medios sobre su vida privada, su impotencia ante las injusticias de la humanidad y el impacto del éxito en su mente). 
Blood On The Dance Floor es en realidad un EP si eliminamos los remixes de diferentes temas de HIStory, un EP intenso, oscuro y tétrico como no se ha visto igual en ningún otro punto de la carrera de MJ. La decadencia de finales del milenio pasado llegó (para quedarse) también a la producción artística del estadounidense, con el coqueteo lírico (y por desgracia no tan solo lírico) con las drogas y la progresiva y acelerada degradación de la mente del cantante (aunque es obvio que ni siquiera al borde del abismo más absoluto de su vida persona perdió un ápice de su irrepetible talento). Blood on the Dance Floor es, en realidad, la gran última contribución de Michael a su propia carrera y al universo del pop, pues sus posteriores trabajos (Invincible y póstumos) carecían en última instancia de la genuinidad de su sonido. Evidentemente Jackson estaba tras esas grabaciones, pero es como si la firma final del disco la plasmase un doble muy parecido, casi idéntico a Michael, pero no él.
Con la retrospectiva y sumergiéndome nuevamente en Blood On The Dance Floor, en sus letras y ritmos, se puede afirmar finalmente que la clave psicológica para entender a la persona tras la marca de M.J. se encuentra condensada en su totalidad en estos apenas 28 minutos. Temas como Morphine o Is It Scary se pueden interpretar como un grito de desesperación descifrable solo hoy día, con la biografía del cantante ya escrita y concluida con punto y final.


Sia / We Are Born

2010, RCA

7.5

Añoro la locura con la que Sia componía su música en sus primeros trabajos, como este enérgico We Are Born, y no la perspicaz pero vacía visión comercial con que lo hace de dos años a esta parte. We Are Born es, más que un disco, un collage de momentos: The Fight abre el disco con una potencia envidiable y Clap Your Hands aporta el toque psicótico que solo una loca del coño como esta tía es capaz de darle a un momento de bajón, y lo peor (o lo mejor) es que disfraza todo ese arrebato de positividad con un traje de R&B inquietantemente elegante. Stop Trying es una oda a la inseguridad donde nuevamente la excelencia de la australiana sale a relucir: un tema aparentemente serio es tratado desde la óptica de un dance fantástico y pegajoso como un chicle, el punto álgido del disco. 

Una personalidad "curiosa" la de Sia Furler, reflejada en este divertido LP repleto de giros temáticos con el que te aseguro que no te vas a aburrir.


the xx / xx

2009, XL Studio

7.4

A la gente le da por encumbrar algunas creaciones de la cultura pop y catapultarlas a los pedestales de las artes solo porque la corriente de opinión los arrastra. Paremos un momento a reflexionar de qué estamos hablando aquí: un álbum de electrónica/ambient, uno muy bueno dentro del género en realidad, ¿pero álbum del año? En fin...

Los dos primeros temas "Intro" y "VCR" son geniales muestras de talento y minimalismo compositivo, abren las puertas de un trabajo que habla sobre sueños rotos de nuestra infancia e ideas más grandes que nosotros mismos, castillos de naipes que construimos en el aire y que acaban siendo arrastrados por el viento del tiempo y las obligaciones. Si a eso le añadimos los bruscos cambios que aparecen en nuestra vida para bien o para mal (Crystalised, Heart Skipped A Beat), tenemos como resultado final una interesante novela sobre la vida misma.


The Script / Science & Faith

2010, RCA/Epic

7.9

En los tiempos de lo políticamente correcto la juventud suele desmarcarse para devolver al ganado a los caminos de la razón. El segundo trabajo de estudio de los irlandeses The Script es un viaje a través de la autosuperación y la supervivencia urbana del siglo XXI. You Won't Feel A Thing disfraza de corte romántico a la desigualdad y la lucha vital de nuestros tiempos, la misma temática que sigue en For The First Time aunque con un estilo más melodramático y un cierre más esperanzador. Los mazazos del álbum vienen a media altura del mismo: If You Ever Come Back y Dead Man Walking. La primera, de un vistazo rápido trata de despresurizar la carga política del resto del disco, si bien su interpretación queda tan abierta como el oyente quiera (pues, hablando de despresurizar, ¿no es el amor la única llama de esperanza aparente en medio de la locura de hoy día?) "If it's the fighting you remember or the little things you miss, I know you're out there somewhere".

Con respecto a Dead Man Walking, la escenografía sangrienta y los acordes inquietos sirven como culminación al propósito del LP -"We're in the same room just one million miles away"-, con palabras llanas: por mucho que nos separe lo físico nos une los espiritual.
Si el primer trabajo de la banda liderada por Danny O'Donoghue no fuese TAN sensacional, este sería claramente el mejor trabajo del grupo.


If You Ever Come Back https://youtu.be/SLJqJ6BDPnQ
Dead Man Walking https://youtu.be/y4QQI8Uv1m8