martes, 31 de mayo de 2016

Broken Bells / After The Disco

(2014, Columbia)
(gen: rock)

7.1

El segundo disco del proyecto Broken Bells, formado por el vocalista de The Shins James Mercer y el productor Brian Burton (Danger Mouse), rompe con el esquema del álbum predecesor, volviéndose más rock y abandonando el sonido electrónico que protagonizaba aquél LP. Lejos de temas como "The High Road", single principal del disco anterior del grupo, en este After The Disco aparecen cortes como el abstracto "Perfect World" o la deprimida "The Angel And The Fool", que se desmarcan de la media de sus compañeras que, con sus más y sus menos, crean una experiencia monótona donde la canción "After The Disco" se cree mejor de lo que es mientras que el corte "Control" sirve como referencia poco velada a las drogas y al abandono de nuestras esperanzas personales en medio de un trabajo centrado en la vida adulta y la búsqueda de la madurez (algo más duro de lo que parecía allá en la infancia) mientras se dejan atrás la evasión, la fiesta y las experiencias más alocadas.

Justin Timberlake / Justified

(2002, Jive Records)
(gen: r&b)

7.5

El primer álbum de Justin Timberlake en solitario es la clara frontera entre los dos estilos que han marcado su carrera de cantante: la faceta joven y rebelde del Justin de 'NSYNC y una nueva cara más madura, sobre la que trabajaría con destreza en sus posteriores trabajos. Con más de lo primero que de lo segundo, Justified sin embargo es un paso coherente para Timberlake como artista, y si no resulta en un álbum excelente si que resulta excelente como paso personal de crecimiento para el cantante norteamericano. El disco abre con "Señorita", un sensual juego de acercamiento cargado de toques latinos (primer síntoma de madurez estilística del nuevo Justin) y la estructura tan característica del neo-soul que empezó su desembarco a principios del milenio y continua hoy día brillando como uno de los géneros más influyentes y explotados. La incursión en nuevos senderos por parte de Timberlake a lo largo de Justified, este trabajo que sirve al por aquel entonces veinteañero para encontrarse a sí mismo como (excelente) músico, culmina en "Cry Me A River", una balada melancólica y duramente crítica a partes iguales que va desde lo electrónico a lo soul. Como contraposición absoluta aparece "Rock Your Body", uno de los dances más enigmáticos jamás creados y un buque de fluidez vocal que Justin no superaría hasta "SexyBack". Durante el resto del tracklist Timberlake sigue adelante con su metafase de autodescubrimiento a través de otras aproximaciones al soul en "Nothin' Else" o "Still On My Brain" antes de coquetear con ritmos más tensos en "Let's Take A Ride" y con la intimidad del piano dominante en "Never Again", que cierra el álbum.
El comienzo lógico de una discografía en solitario que sirve para marcar, como un subrayador amarillo, los renglones más importantes a la hora de describir el posterior "carácter Timberlake".

viernes, 27 de mayo de 2016

Rihanna / Anti

(2016, Westbury Road/Roc Nation)
(gen: r&b)

4.0

Llega un punto de saturación tal que, en cierto modo, da igual el resultado de un trabajo. Se trata de entregar el producto antes de la fecha límite y estamparle la firma de rigor para justificar el sobreprecio. La de Barbados lanzaba a principios de año su octavo álbum en el contaba con, oh sorpresa, Drake, ese chaval que está por todos lados últimamente. Generalmente se habla de lo agridulce de dejar atrás la juventud y lo difícil que es, tras una etapa de despreocupación y falta de seriedad, encontrar la estabilidad, tanto emocional ("Kiss It Better" y "Consideration", una canción que no está mal del todo) como económica. A raíz de esto surge una dialéctica sobre el machismo en la economía, y como la dependencia de las esposas del sueldo de su marido las expone a tener que aguantar, en multitud de ocasiones, los malos tratos o sencillamente la pérdida del encanto. Aunque parezca mentira de eso se habla en el vomitivo corte "Work", un dueto con Drake que bucea bien profundo por las aguas de la falta de originalidad y la pérdida de objetivos artísticos para una cantante como Rihanna que, si bien jamás ha relucido como una musa de la poesía, sí que ahondaba más en el léxico en sus primeros trabajos... que te lo has creído.

Deakin / Sleep Cycle

(2016, My Animal Home Records)
(gen: experimental)

8.5

El primer trabajo en solitario de Deakin, uno de los miembros fundadores de Animal Collective, veía la luz por fin en 2016 después de varios años de especulación y ansiedad por parte de los seguidores del artista, rabia incluso para algunos de ellos, que financiaron la tumultuosa producción del disco a través de un crowdfunding bastante polémico.
Si yo hubiese colaborado económicamente a la creación de esta pieza de psicodélia, reconozco que estaría muy satisfecho con el resultado final. Sleep Cycle es una meditación calmada y sincera sobre lo buena que es la vida... pese a todo. El sonido orgánico que inunda la totalidad del disco alcanza su culmen en "Good House", la catarsis en la que Deakin nos abraza y entiende nuestras peculiaridades, aquéllas que el mundo no parece querer respetar. La finalidad de este trabajo es en realidad abrirnos los ojos para hacernos ver que en ser diferente reside la verdadera esencia de la personalidad, y que la paranoica sopa de inseguridades que montamos en nuestra cabeza ("Just Am") no se fundamenta en nada tangible y, de hecho, sólo sirve para alejarnos de la meta que da sentido a la existencia humana: la felicidad.


lunes, 23 de mayo de 2016

(algunos de los) Mejores Álbumes de la Primera Mitad de la Década



Tras incontables horas sumergido en los auriculares, alternando álbumes clásicos de Queen, The Beatles o Pink Floyd con lo más novedoso, llega el momento de repasar parte de lo mejor de lo que llevamos de década.

2010
//Arcade Fire: The Suburbs
- Un diario sobre lo oscuro que se vuelve el mundo cuando salimos del barrio de nuestra infancia y nos adentramos en la jungla despiadada de la vida adulta.
//Vampire Weekend: Contra
- La crítica a los prejuicios superficiales en una sociedad cada vez más preocupada por las palabras y las imágenes que por los sentimientos.
· Giving Up The Gun https://youtu.be/bccKotFwzoY
2011
//Foster The People: Torches
- Mark Foster cree que el mejor consejo para sobrevivir felizmente tienes que ser siempre tú mismo... y lo argumenta con maestría.
//The Antlers: Burst Apart
- El romance interpretado como un juego peligroso donde están en juego tu corazón y tu mente.
· Every Night My Teeth Are Falling Out https://youtu.be/g3KAstxRIZk
2012
//Tame Impala: Lonerism
- Llega un punto en que la soledad difumina sus propias fronteras y pasa de ser frustrante a calmante.
· It Feels Like We Only Go Backwards https://youtu.be/wycjnCCgUes
//Emelí Sandé: Our Version Of Events
- Un análisis sobre las relaciones de pareja y el cáncer de las mentiras.
2013
//Vampire Weekend: Modern Vampires Of The City
- La llegada de la madurez es algo para lo que no está preparado nadie, simplemente un día aparece y te abofetea. Te sientes perdido y desorientado, pero tranquilo porque siempre se acaba saliendo adelante.
//Arcade Fire: Reflektor
- En algún momento, entre tanta red social y tanta pantalla, perdimos imperdonablemente el lazo que nos unía con lo más humano: el amor. Recuperar ese vínculo es una prioridad antes de que sea demasiado tarde...
2014
//Hozier: Hozier
- Las limitaciones que crea el ser humano para si mismo no son más que el fruto de su propio miedo. Dejar atrás ese miedo es la clave para romper esas falsas cadenas.
· Take Me To Church https://youtu.be/7E0fVfectDo
//OneRepublic: Native
- Ser bueno con quien te ha dado las bofetadas que no merecías es algo que, te garantizo, sólo te convertirá en el tonto de la película.
· Burning Bridges https://youtu.be/8HaU7Lq0tew
2015
//Panda Bear: P.B. Meets The Grim Reaper
- El relato de cómo cambia la vida el convertirse en padre y cómo ver que la historia de la vida se repite y que esta vez tú eres el protagonista.
//Tame Impala: Currents
- Ser feliz es fácil si no te complicas la vida. Pasa un poco de todo.
· The Less I Know The Better https://youtu.be/sBzrzS1Ag_g

domingo, 22 de mayo de 2016

Radiohead / A Moon Shaped Pool

(2016, XL Records)
(gen: rock/electrónica/experimental)

9.1

A ver cómo explico yo este disco. Que Radiohead es la banda de rock en activo más importante que existe no lo digo yo (que también, que cojones), pero si tenemos en cuenta la relevancia que el trabajo de los de Thom Yorke ha tenido en la música del siglo XXI, a nivel de rock, de electrónica, de estilo lírico y de temática, no hace falta que lo diga nadie para ser algo evidente, incluso cuando su carácter "alternativo" (Dios sabe que quiere decir eso hoy día) la marginaliza a una parte grande pero minoritaria del público. No se trata de ser original ni de buscar una finalidad concreta a la obra de Radiohead, se trata de tener una perspectiva global del tiempo en que se encuentran, de la forma de hacer que tienen y de lo que transmiten álbumes como OK Computer, Kid A, In Rainbows o The Bends. Radiohead ya no es ni siquiera una marca, como muchos la consideran, es una corriente, un género en sí mismo del que han nacido mil y una bandas (por citar las más conocidas, Coldplay, Keane, Arcade Fire, Interpol, el Muse más reciente, el Wilco post-Summerteeth, Modest Mouse...). A Moon Shaped Pool es, por tanto, un batido de todos los estilos que la banda ha tenido a lo largo de sus historia.
Para entender eso, hay que aunar dos ideas entorno a A Moon Shaped Pool: en primer lugar gran parte del trabajo esta formado por canciones que Radiohead tiene en el tintero, al menos, desde la era The Bends (1995) y que a través de los años han ido acumulando polvo de las distintas fases del grupo; y en segundo lugar la evidente influencia que el trabajo en solitario de Yorke en los últimos años ha tenido en la ejecución final del disco. De ambos preceptos resulta la mezcla de temas electrónicos y excesivamente abstractos como Daydreaming o Decks Dark (dos que son de lo mejor del LP) con cortes como Burn The Witch, más política y con presencia dominante de guitarra, muy a lo "era Hail To The Thief". Esta es, por cierto, la mejor canción del disco por todo lo posible: es actual (crítica al racismo, la intolerancia y la actitud reaccionaria en boga por el asunto refugiados y la islamofobia) y recuerda a cuando Radiohead era comprendida como pop rock de guitarra (los comienzos de la banda). Por eso consideraré a Burn The Witch como "una segunda juventud revolucionaria".
Desert Island Disk es un corte más intimo, nacido del romance entre Amnesiac (2001) y una guitarra, mientras que vocalmente no se aleja en nada de cualquier canción de The King Of Limbs (2011) (vaya mezclita). Glass Eyes podría haber sido el tema que cerrase el Kid A del año 2000, como un Treefingers con letras: una meditación sobre lo entumecidos que nos sentimos todos en medio de la rutina moderna que en cierto punto se vuelve tan irreal como un sueño. True Love Waits por fin ha sido grabada en versión de estudio y cierra el disco como un fantasma: la oyes pero no la ves, es escurridiza y te asusta, no se la entiende, pero la acabas queriendo (esa definición vale tanto para la canción como para su mensaje, el amor).
En fin, que sí, que lo han vuelto a hacer. (nota: Kid A sigue siendo mi favorito para siempre y pa' los restos)


Especial: Phil Collins (I)

Hello, I Must Be Going! (1982, Virgin/Atlantic/WEA)
7.8
...But Seriously (1989, Virgin/Atlantic/WEA)
8.8
(gen: rock)

Algunas estrellas están ahí, lo han estado toda la vida. No les echamos cuentas en el día a día pero en nuestro subconsciente los tenemos presentes: algunos hemos crecido con sus canciones, forman una pequeña pero irreemplazable parte de nuestra persona y de nuestra historia. Podría estar hablando, por ejemplo, y de hecho lo hago, de Phil Collins, una de las personalidades de la música rock británica más influyentes de la historia. Co-fundador de la banda de rock progresivo Genesis, continuaría su éxito con una carrera en solitario de mayor rentabilidad comercial si cabía. Y es que, sin menospreciar la aportación de Peter Gabriel a la singularidad de Genesis, era evidente que aquella banda sonaba "así" porque la mente de Collins estaba detrás de la composición de los cortes: I Know What I Like (cantada por Gabriel), Man Of Our Times, In Too Deep o Land Of Confusion son solo una pequeña muestra del talento que Collins desprendía a cargo de la percusión y de la voz. 
Queriendo gozar de una mayor libertad en todos los aspectos, la discografía en solitario de Phil tomaba una forma aún más definida y delimitada, más popular, más puramente rock: Face Value fue su primer disco y, sin perder la alternatividad y el carácter experimentador, había una fuerza especial en In The Air Tonight que no habíamos visto antes y que sentaba las bases de una trayectoria más centrada en los grandes públicos. No Jacket Required fue sin duda la confirmación de éste hecho: Sussudio es una de las principales piezas del primigenio rock electrónico de mediados de los 80, mientras que One More Night afianzaba el interés por Collins en las baladas.
Hoy hablo de los dos álbumes que rodean a No Jacket Required: Hello, I Must Be Going!, que lo precede, y ...But Seriously, que lo sigue.
Ambos LPs son la noche y el día: Hello, I Must Be Going! es un trabajo sin objetivo fijo, general, un álbum centrado en contar historias de amor, de traición y de esperanza. Sin embargo ...But Seriously se corona como el disco más personal de Collins, y el que más rabia desprende: abre con la potencia insuperable del mejor corte del disco, Hang In Long Enough, una meditación del propio cantante sobre la innegable naturaleza materialista del ser humano y de como esta faceta se ha avivado en él gracias a su estatus de superestrella. Something Happened On The Way To Heaven es otro hit de la discografía de Phil Collins, sobre los contras del éxito y la factura que en el ámbito emocional pasa el estrellato. Como siempre pasa en este tipo de casos, llega un punto donde el demonio más antiguo y cruel aparece: la soledad inunda I Wish It Would Rain Down, que se convierte en el punto lento y melancólico del disco. De repente BOOM bofetada política maestra que solo un filósofo como Collins puede dar: la perfecta Another Day In Paradise narra, con el particular estilo novelesco de Phil, el drama de la pobreza y la mendicidad a la vez que casi obliga a valorar lo increíblemente afortunados que somos quienes, aún quejándonos por lo que no tenemos y sin ver todo lo que ya conseguimos, no tenemos que dormir entre cartones.


Another Day In Paradise https://youtu.be/Qt2mbGP6vFI

sábado, 21 de mayo de 2016

David Bowie / Reality

(2003, ISO/Columbia)
(gen: rock)

7.6

Reality es el antepenúltimo álbum de David Bowie, un LP que nada tiene que ver con el oscuro Heathen de 2002 y que sin embargo sigue adentrándose en terrenos temáticamente complejos. Arranca con el sonido más fresco de Bowie en años con la rockera New Killer Star como declaración de fuerza por parte del artista, que en aquellos años se encontraba involucrado en multitud de proyectos, desde negocios de Internet hasta sus propias giras. La descarada Pablo Picasso es una inyección de ego del propio David para todo el mundo: en esta versión de la canción de Jonathan Richman se nos invita a vernos como el mejor dotado de la fiesta, se nos da el empujón de carisma y confianza que necesitamos para hacer cualquier cosa. Aún dando vueltas sobre el ego cósmico de Bowie, que parece que no tiene abuela en este disco, aparece Never Get Old (una oda a la eterna juventud de las macroestrellas de rock) antes de cambiar radicalmente de atmósfera para llegar a la melancólica The Loneliest Guy. El corte Bring Me The Disco King procede de diez años antes, de las sesiones de grabación de Black Tie White Noise en 1992-1993, y por supuesto cuenta con el punto jazzístico que inundaba al Duque Blanco por aquellos infravalorados tiempos. Hay feminismo en She'll Drive The Big Car y drogas en Try Some, Buy Some. Reality es en realidad el típico disco de rockero maduro que aún tiene espíritu joven pero que puede presumir de experiencia, algo que no se compra en ninguna tienda y de lo que, a través de este LP, podemos aprender mucho los demás.

Mika / The Boy Who Knew Too Much

(2009, Casablanca)
(gen: rock)

7.2

El segundo trabajo del británico de origen libanés Mika no pierde su cáliz de glam, de infinito universo de colores y de cantos a la alegria. The Boy Who Knew Too Much es un hermano cualitativamente menor del gran Life In Cartoon Motion, ya que aunque cortes como We Are Golden (un canto alzado contra el mal trato que la sociedad adulta da a la juventud) o Blame It On The Girls (el tema más animado de Mika hasta este punto de su discografía) hacen arrancar al LP con una genuina sonrisa en la boca del oyente, hacia la mitad del tracklist las canciones se vuelven repetitivas y chiclosas, demasiado ancladas en el cliché de su propio género. Touches You no dice absolutamente nada de la originalidad de Mika, y menos aún Toy Boy. Rain es la "Relax, Take It Easy", con ligera desventaja, del disco: el genuino punto electrónico, elegante y elevado del álbum. Un contraste demasiado fuerte con la provocativa Dr. John que la sigue o la flamencosa Blue Eyes. The Boy Who Knew Too Much es sin duda un buen conjunto para pasar el rato, pero ante el examen del tiempo es probablemente que no tarde mucho en suspender.

miércoles, 18 de mayo de 2016

OneRepublic / Dreaming Out Loud

(2007, Mosley/Interscope)
(gen: rock)

7.0

OneRepublic es una de esas bandas de pop rock que, conforme saca un disco nuevo, se supera. No quisiera menospreciar un grupo que tan grandes cortes ha regalado a la escena pop contemporánea y que sigue liderando las listas de éxitos cada vez que lanza un single, pero pese a que su último trabajo, Native, es el equilibrio perfecto entre comercialidad y mensaje, el debut de OneRepublic en 2007 dejaba que desear en muchos aspectos.
Dreaming Out Loud es un tracklist complicado de asimilar como álbum en su conjunto. Si bien un 7 puede parecer una nota muy alta para un disco sobre el que tengo tantos peros, es cierto que musicalmente el LP es una experiencia muy grata, y que un resultado tema a tema algo más mediocre en total se ve compensado por dos temas muy especiales y alejados de la mediocridad promedio del trabajo. Stop And Stare es uno de los cortes más potentes de este siglo sobre la inseguridad de los tiempos modernos, la excesiva superficialidad, la ruptura absoluta de la imagen con los sentimientos y la sensación de pérdida del individuo con respecto al grupo. Ryan Tedder canta sobre una gentil guitarra eléctrica a la que progresivamente se van añadiendo, como si la furia se apoderase del corte segundo a segundo, la sección de percusión de la banda (el propio Tedder junto a Eddie Fisher). Say All I Need es la otra gran baza de OneRepublic en este Dreaming Out Loud, y de hecho creará falsas ilusiones a los oyentes cuando éstos vean que el tono electrónico del corte no tiene nada que ver con el estilo del resto del disco. Say All I Need es una de esas canciones que hace pensar a quien normalmente no lo hace, y le echa en cara la cobardía de quien se oculta tras la máscara fría de la indiferencia frente a las responsabilidades o los dictados de la sociedad. El tema Apologize se encuentra en el LP por partida doble, en primer lugar como versión de la banda y en segundo lugar como versión a conjunto con el rapero Timbaland. La que más logró trascender fue la segunda, hasta el punto de convertirse en buque insignia de la banda a nivel popular hasta hoy día. Se trata de un mid-tempo donde gobierna el piano y se medita sobre cuánto tiempo tiene uno para pedir perdón antes de que sea demasiado tarde (nada grotesco, pensemos en una relación fallida, ya que no todo va a ser filosofía elevada en un trabajo pop como este...)
Como no todo es bueno, a la mitad del tracklist de Dreaming Out Loud aparecen temas lejanos a la originalidad como All Fall Down, Tyrant o Goodbye Apathy, simples baladas que ni siquiera musicalmente se desmarcan de otras bandas contemporáneas, y que actúan de relleno para un disco con grandes rellenos, como el corcho blanco que protege la mercancía valiosa en una caja de cartón.


The Verve / Urban Hymns

(1997, Hut Records)
(gen: rock)

9.3

Mientras la escena grunge vivía sus años dorados, los ordenadores se hacía con el control del mundo y Radiohead era la cima del rock alternativo, los británicos The Verve, liderados por la eternamente joven voz de Richard Ashcroft, lanzaban uno de los hitos contemporáneos del rock sobre las preocupaciones intrínsecas a la juventud de finales del siglo XX. La evasión, el romance, la confusión y lo agridulce de la modernidad rampante en aquellos años dieron lugar a Urban Hymns. La apertura del álbum, Bitter Sweet Symphony, es una obra maestra sobre el papel del individuo en su propia vida, sobre lo poco que importa nada en tiempos en que ocurre de todo. Con una de las melodías más automáticamente reconocibles de la historia del pop, Bitter Sweet Symphony nos traslada el perenne sentimiento de apatía, la falsa sensación de que comenzamos una revolución que ansiamos cuando lo que no nos gusta comienza a restar sentido a nuestra vida antes de que, de nuevo, volvamos a nuestra zona de confort empujados por la pereza que nos da pensar en luchar por cambiar.
La balada Sonnet habla, con atmósfera derrotista, sobre la constante sensación de vacío que, ya en 1997, llenaba los corazones de los jovenes que se veían cada vez más aislados y marginados en el espacio urbano, y que en un entorno crecientemente ateísta, tratan de buscar algún tipo de divinidad o energía a la que pedir la clemencia que, sin ellos saberlo, podrían conseguir con sus propios actos. Algo así como la inútil busqueda de un Dios 2.0.
Llegamos al punto más abstracto de Urban Hymns en el tema Space And Time, donde dando vueltas al tema de la soledad, Ashcroft llega en lo profundo de su atormentada mente a la conclusión de que el sentido de la vida humana no se encuentra en lo tangible de lo material, sino en su aspecto social, en el hecho de estar rodeado de gente con la que comparta momentos. Es, en cierto modo, la visión resumida que tiene The Verve del concepto "felicidad".
Y es que al final era evidente que, tras mucho reflexionar, la solución a los problemas que albergamos en nuestro interior se encuentran en uno mismo: el corte This Time es la catarsis lógica a los conflictos que se presentan en este gran Urban Hymns, el repaso a nuestro pasado y la inyección de confianza necesaria para cambiar nuestro propio futuro.


Bittersweet Symphony https://youtu.be/1lyu1KKwC74

lunes, 16 de mayo de 2016

Beach House / Beach House

(2006, Carpark Records)
(gen: rock)

8.2

El debut de Beach House no parece real, tangible. Si te adentras en este LP del dúo norteamericano creerás estar oyendo una psicofonía, una grabación perdida en el sótano del tiempo: la voz de Victoria Legrand suena ahogada por los mantos de sonido reproducidos por Alex Scally que se acumulan como capas de polvo a través de la historia. Sientes que te adentras en un conocimiento prohibido, trascendental y extraviado en el transcurso de las décadas. Y es que no hay nada más antiguo en el mundo que lo que encontrarás cuando prestes atención al mensaje de este pasaje de nueve canciones y 36 minutos y medio: las imágenes cantadas en Tokyo Witch hablan de la muerte como ese espía en el que no reparamos pero que nuestro inconsciente mantiene vigilado por el rabillo del ojo, mientras que en la emocionalmente rota Auburn And Ivory nuestra amada Legrand nos canta sobre el momento en el que la vida se vuelve incurablemente tóxica y valoramos tomar "esa" nuestra última decisión que (erróneamente) creemos la única solución. Sí, Beach House es un álbum muy relacionado con la muerte, y lo hace con la atmósfera perfecta de distancia y agridulces melodías pomposas pero de trasfondo atormentado, como la sonrisa de quien está al borde del llanto. No son muertes naturales las que se estudian aquí, son despedidas en las que faltan aún asuntos por resolver y experiencias que vivir. De eso habla la celestial Master Of None. Con la composición más elegante, fluida y animada del disco, Master Of None es la condena al aburrimiento y a la monotonía, un corte que nos pide gritando que probemos cosas, que hagamos cosas, que veamos y oigamos y sintamos cosas constantemente para dar ese toque de color que falta cuando las horas vacías convierten nuestra biografía en una película en blanco y negro. Esa es la lección de este "Beach House", una que conviene apuntar, estudiar y no olvidar nunca.

sábado, 14 de mayo de 2016

Pet Shop Boys / Elysium

(2012, Parlophone)
(gen: electrónica)

6.5

Hablar de los Pet Shop Boys es hablar de una de las bandas más perennes y representativas de la música synthpop de los 80 y del pop a secas con grandes cambios de estilo a lo largo de los 90. Ahondar en la carrera del dúo británico a partir del año 2000 me parece casi una ofensa a su pasado, a excepción del álbum Fundamental de 2006 que a ratos brindaba interesantes retazos del verdadero y genuino sonido de los PSB con letras mucho más elaboradas que las de Yes (2009) o Release (2002), discos a los que tengo afecto pero que, reconozco, son lo peor del dueto Tennant-Lowe.
Elysium está en la banda intermedia de los PSB Siglo XXI: la producción es inmaculadamente perfecta, la música, notable, las letras, a ratos detestables y a ratos sublimes. Elysium es capaz de dar lo peor y lo mejor de sí para convertirse en una montaña rusa de decepciones y de encantos: Leaving es extrañamente movidizo, un tema dance sobre el amor y la muerte a partes iguales; Ego Music es una sátira horrible e intragable sobre el mundo del famoseo moderno; y Your Early Stuff es un lamento maduro en el que Neil Tennant abiertamente reconoce que lo mejor de la pareja de músicos quedó muy atrás. Winner es, por alguna razón, el considerado como mejor tema del disco por la crítica, aunque yo lo clasifico como un ni mucho ni poco. De repente, al cerrar el LP, los Pet Shop Boys se ganan las mayúsculas de su nombre con la reflexiva Memory Of The Future y, sobretodo, con Requiem In Denim And Leopardskin, el mejor cierre de un disco que yo había oído en mucho tiempo (desde 2012 hasta ahora lo sigo considerando lo mejor como epílogo a un LP en años). Imaginad un funeral simbólico en el que el cuerpo presente corresponde a lo que en años mejores llamábamos "éxito merecido", ahora añadidle un ritmo liderado por las manos de Chris Lowe en el teclado creando un corte ochentero que grita P!S!B! por todos los poros y que bien podría encontrarse en el tracklist de Behaviour (1991), la obra maestra del grupo. Requiem In Denim And Leopardskin son esas palabras en el funeral en las que se echa la vista atrás y con tanta vergüenza como orgullo se venera a la fama eterna y se llora desconsoladamente pensando en que todas aquellas viejas glorias que brillaban con luz propia han desaparecido para dar paso a nuevas estrellas que no perduran en el tiempo más allá de lo que el enlace de YouTube a su videoclip tarda en desaparecer de la pestaña de "tendencias".


Requiem In Denim And Leopardskin https://youtu.be/ohxsC477Amw

David Bowie / Station To Station

(1976, RCA Records)
(gen: rock/funk/soul)

9.8

En lo más profundo de su adicción a la cocaína, cuando el mundo ya estaba a sus pies y los efectos del estrellato empezaban a hacer una sangrienta mella en su mente, David Bowie se volvía un hombre extraño, que mientras habla contigo de pronto pierde su mirada en el horizonte y suelta perlas de pensamiento que los que le rodean no entienden, como si el músico y el resto de la humanidad pertenecieran a planos diferentes. Era imposible distinguir qué era cierto y qué era falso en ese momento, un momento de cambio no solo a nivel personal para Bowie sino para el rock y la sociedad en general: el ocaso de los 70, la llegada de los 80, la crisis del petróleo, el boom cultural, la resaca de la llegada a la luna, el telón de acero... Eran demasiadas cosas como para no entregarse a los placeres del vicio en un momento en que las apariencias quizás no parecían lo más importante en medio de lo que no se sabía si era el mundo real o un sueño. Una era de cambios tan rápidos que podría ser el equivalente, con la perspectiva de hoy día, a la entrada al siglo XXI. Station To Station es el resultado de esos tiempos, un LP bohemio en concepción y canalla en resultado. El corte "Station To Station", de diez minutazos, no es solo el más largo en la carrera de Bowie, sino los cimientos de su imagen de Duque Blanco y, quizás, la sátira de lo absurdo que resulta todo en un clima de conflictividad como el de aquellos años para un artista que, gracias a su subida a lo más alto, tenía una visión mucho más rica y merecidamente condescendiente. Golden Years es un guiño a los años del swing y precisamente una mirada a los buenos tiempos (qué casualidad que sea la época que sea, siempre es el pasado lo mejor y el presente lo más despreciable... y esto me suena tanto hoy en 2016). La voz de David en este Golden Years es la más elegante y engolada de su carrera, caballeresca y seductora gracias a ese toque de profundidad de quien mira al pasado con los ojos vidriosos. Stay es el otro punto rock de este críptico disco, un choca-esos-cinco a las drogas que le hacían expandir su mente o quizás solamente evitar que se suicidase por asco al mundo. No mejor pero casi es la versión del tema Wild Is The Wind, un epílogo perfecto a este disco donde el caballo blanco de la cocaína y su adicción en medio de la confusión del maldito presente no simboliza más que lo distante que parece el amor verdadero en tiempos donde todo el mundo anda en las nubes. Es tan 2016 para ser 1976...

viernes, 13 de mayo de 2016

Björk / Vespertine

(2001, One Little Indian Records)
(gen: electrónica/experimental)

8.4

Cuando Björk aún no era una madura interesante como es ahora su música aún era medianamente terrestre y entendible. Vespertine es el último de esos álbumes cargados de sensualidad (y más en éste en concreto), delicadeza y experimentación sin rallar en lo grotesco, a diferencia de lo que haría la artista islandesa durante la mayor parte de los 2000. Vespertine, el trabajo posterior al electrónico e insuperable Homogenic de 1997, es una aproximación inmensamente minimalista, instrumental y muy ambiental a temas como la cotidianidad, la sexualidad más instintiva e, incluso, la fuerza del destino. It's Not Up To You habla de ésto con una maestría, reconozco, mayor en lo sonoro que en lo lírico. Pagan Poetry es el corte más directamente sexual del LP, algo respaldado por su explicito videoclip donde la cantante salía desnuda enredada en hilos que simbolizaban la trampa de los deseos carnales del ser humano. Frosti es un corte instrumental tan sensacionalmente rematado que hace de la separación entre las dos mitades del disco una verdadera delicia para los oídos, y transporta al oyente a un escenario en que se desata la imaginación y, por ejemplo, encuentra la belleza al ver simplemente la nieve caer al otro lado de la calidez de la ventana de su dormitorio. Cuando un tema simplemente instrumental tiene tal capacidad de evocación solamente mediante sus notas y su combinación de elementos (en este caso exóticos instrumentos de cuerda y percusión), es evidente que la mano que lo creó posee cierta cualidad sobrehumana. Vespertine es en definitiva la expresión más personal y exacta de quién es Björk, una mujer increíblemente emocional y sexual, hogareña pero con ese toque islandés de atracción por la experimentación y la aventura.

jueves, 12 de mayo de 2016

Especial Red Hot Chili Peppers (I)

BLOOD SUGAR SEX MAGIK (1991, Warner Bros)
7.5
CALIFORNICATION (1999, Warner Bros)
7.9
Cuando le digo a mucha gente que jamás había tomado contacto con una de las grandes como los Red Hot Chili Peppers no se lo cree. Lo cierto es que hay demasiadas bandas de rock en este mundo como para haber catado todas y cada una de ellas, comprendedme, tengo una vida. Aprovechando que dentro de poco sacan nuevo disco y hace nada mostraban un adelanto nada desechable de él, me decidí por fin a dar el salto y adentrarme en los trabajos más conocidos del grupo.
No hace falta decirlo, pero Red Hot Chili Peppers es una de esas bandas a las que el rock y la música en general debe especial reverencia por haber sabido reinventarse sin quedarse al margen de las tendencias, algo evidente si observamos la progresión de sus discos. El auge del rap de los 80 fue provechosamente cabalgado por los de Anthony Kiedis desde el comienzo de la discografía, y si bien desde el genial Californication de 1999 la importancia de esa corriente ha ido en decremento en el trabajo de estos músicos, es evidente que la seña de este género será permanente en todo aquello que acabe con el sello RCHP estampado en su portada.
Durante los 80 jugaron mayoritariamente con el susodicho rap y el funk para crear algo distantemente parecido al hard rock pero con un espíritu más generalista, más inclinado a agradar al mayor público posible. La cima de ese esfuerzo fue el interesante Blood Sugar Sex Magik, si no el mejor disco de la banda el más relevante artísticamente como punto de inflexión. Una hora y cuarto de rebeldía adolescente extraída calentita del horno de Los Angeles centrada en el amor juvenil en una cultura de relaciones rápidas. Los ritmos más infartados del RHCP de los 80 se encuentran con el equilibrio más íntimo que comenzaría en los 90, algo sobresaliente en la indeleble Under The Bridge, todo un himno. Otra de las grandes del grupo, Give It Away, se encuentra en el 
tracklist de este Blood Sugar Sex Magic, y comparte álbum con la delirante Mellowship Slinky In B Major, o la genial y caradura Suck My Kiss.
Saltando a 1999 aparece Californication, probablemente el disco más conocido del grupo en su era contemporánea, menos rock y más experimental (lo que en amplios círculos denominarían "alternativo", y que podríamos catalogar como neo funk rock). Abriendo con una alocada Around The World, Californication se encuentra a medio camino entre la insaciabilidad sexual adolescente y el asentamiento de cabeza (en 1999 los RHCP iban dejando de ser unos mozos). De ahí la aparición de cortes como la poética Parallel Universe o la socialmente crítica Californication (un verdadero tema maduro sobre la corrupción de los valores que, gracias a su estribillo pegadizo, se ha convertido en otro clásico de la banda).
El interés por nuevos caminos musicales del grupo es evidente en algo tan difícil de encontrar en trabajos anteriores como Road Trippin', cierre del disco y posiblemente lo mejor que he escuchado de la banda hasta ahora: un tema soft rock, melancólico, entrañablemente parecido a lo mejor de la psicodelia de los 60 (Beatles y un guiño a David Bowie en las letras), que habla sobre el futuro, su incertidumbre y la importancia de emprender nuevos proyectos sin dejarse lastrar por los fracasos pasados.
Con ganas, expectación y mucho interés puedo decir que continuará.


martes, 10 de mayo de 2016

The Cure / Disintegration

(1989, Fiction Records)
(gen: rock)

10

La cima del rock gótico, la cumbre de la disolución mental y la culminación del sonido de la noche. Con la voz más pura de Robert Smith y el sonido más pulido de una carrera prácticamente perfecta, Disintegration es el 100% del potencial de una banda irrepetible como es The Cure. Un álbum que abre con una romántica Plainsong: "And it's so cold, it's like the cold if you were dead...
and you smiled for a second" canta Smith en el segundo verso de una pancarta por y para el amor como medicina mágica en el borde de la muerte emocional. Cualquier canción de este Disintegration es perfecta, tomemos por ejemplo Fascination Street, el tema con mayor dosis de rabia en forma de guitarras eléctricas ahogadas bajo capas de sintetizador y letras acerca de sobrepasar los límites sin pensar en las consecuencias: un tema así no puede ser obra de la raza humana, es decir, ¿cabe tal cantidad de dinamismo en un trabajo que no sea producto de la mano de un ser divino?. Luego está la universal, popular y densa Lullaby, el corte más archiconocido de The Cure por el gran público, una sensual apología a las drogas y toda clase de obsesiones, y de nuevo una perfección compositiva imposible de explicar con palabras. Pictures of You es el máximo exponente del goticismo del LP en términos estilísticos, y por ello lo más cercano al resto de la discografía de la banda, aunque no por ello se sale de la tónica tan singular de éste Disintegration. Conceptualmente este hito del rock contemporáneo está plagado de metafórica desesperación en lo relativo a los romances inalcanzables, el transcurso del tiempo y la deformación de los gustos y la personalidad a causa de la soledad, todo condensado en cortes largos (genial Pictures Of You, 7 minutos y medio; o la angustiada The Same Deep Water As You con 9 minutazos y 22 segundos). Una hora y cuarto de inmersión en una aventura extraña, familiar para todos en mayor o menor medida.


lunes, 9 de mayo de 2016

Two Door Cinema Club / Beacon

(2012, Kitsuné)
(gen: rock/electrónica)

7.4

Quizás dos años de descanso no fueron suficientes para la voz de Alex Trimble, líder de la banda rock indie Two Door Cinema Club, que ya me deleitó con su primer LP Tourist History. La voz de Trimble parece estar a punto de rozar la quebradura en algunos altos de este Beacon, segundo álbum de la banda. Musicalmente la consistencia de este Beacon parece incrementada, con una mayor uniformidad a lo largo del tracklist (acordes de guitarra eléctrica señalando el camino de la historia), con respecto al anterior trabajo de los irlandeses. La triada Sun-Someday-Sleep Alone supone el centro neurálgico de esta agenda de inseguridad, romance y lucha contra el espejo y sus demonios. La indecisión para afrontar nuestros mayores retos personales con el paso de los días de fondo es el motivo gracias al cual arranca este Beacon cuya conclusión intelectual llega en Sleep Alone, la estructura más bailable y rock del trabajo, y la más potente líricamente, con la que las mentes atormentadas se identificarán muy fácilmente. En todos los aspectos Beacon es un trabajo cuya segunda mitad supera con creces a la primera, con Settle como punto de inflexión en la forma de afrontar la vida del narrador, un tema que además es estilísticamente el más cercano a la tónica de Tourist History, primer y anterior álbum del grupo.
La elección de cortes fue mucho más selecta en el pepinazo de Tourist History que en este Beacon: mientras que en aquél apenas habían cortes descartables (*ejem*Do You Want It All*ejem*), en éste sin embargo aparecen arreglos que debieron ser dejados en el tintero en pos de incrementar la satisfacción del álbum como conjunto (Handshake empieza de diez con ese toque electrónico pero acaba cediendo completamente cuando rompe el ritmo a mitad del estribillo, y Next Year igual: promete en los primeros acordes pero se desinfla a medio minuto, convirtiéndose en una nefasta apertura de disco y en una más apropiada separación entre mitades del LP). Pero vamos, en ningún caso mi recomendación se acerca siquiera a perder de vista el trabajo de estos geniales e infravalorados músicos, si acaso invito a esperar con ansia su próxima entrega.


LCD Soundsystem / LCD Soundsystem

(2005, DFA)
(gen: electrónica/dance)

7.6

Uno de mis discos favoritos de todos los tiempos es el debut de los electrónicos norteamericanos LCD Soundsystem. Lo es porque es divertido de oír, es alocado, y tan original que ni un solo acorde es predecible. Líricamente recoge el tumulto de una fiesta pasada de rosca y el amplio abanico de emociones que se dan en uno en medio de decenas de personas bailando, afectadas por las sustancias y aturdidas por la música que suena. Desde la locura y el cómo he llegado aquí de Daft Punk Is Playing At My House hasta el momento trascendental y reflexivo que en todo ciego fiestero llega tarde o temprano en Tribulations (no solo el mejor corte del disco sino una pieza de arte musical digna de análisis y devoción), incluso dedicando un tema de corte relajado a la resaca (Never As Tired As When I'm Waking Up). El sintetizador es el rey a lo largo de este LP de 45 minutos que cierra con la épica Great Release, una celebración por la propia vida y todas las fiestas que en el futuro vendrán.

Tribulations https://youtu.be/A7NapIkIiIk
Daft Punk Is Playing At My House https://youtu.be/Cj8JrQ9w5jY

domingo, 8 de mayo de 2016

Coldplay / X&Y

(2005, Capitol/Parlophone)
(gen: rock)

9.8

Me cuesta mucho ser objetivo con este disco, por muchos factores. Primero, Coldplay ha sido LA banda que ha marcado los gustos musicales de mi generación, una banda aquejada artísticamente por unas letras que siempre han sido la asignatura pendiente en el camino a la perfección. En segundo lugar, han sido prácticamente un grupo diferente en cada disco: imberbes y enamoradizos desconfiantes en Parachutes, más desconfiantes aún pero en el fondo abiertos a las nuevas experiencias en A Rush of Blood To The Head, espirituales en Vida La Vida, plenamente románticos en Mylo Xyloto, deprimidos en Ghost Stories y deprimentes en A Head Full Of Dreams. Sin embargo X&Y, el tercer disco de los británicos, es demasiado diferente, es una desviación de su propia media aritmética fuera de las magnitudes de lo esperable. X&Y es el mejor trabajo lírico de Coldplay por la sencilla razón de que temas como Swallowed In The Sea o Square One están ahí para hablar de la pérdida de la razón y de como encontrarla. Musicalmente podría no ser lo mejor de Coldplay (Viva La Vida), pero como álbum conceptual no tiene rival dentro de la discografía de la banda, y muy pocos contrincantes dignos en su década. La trama es lineal, desde Square One (confusión máxima), What If (reflexión, derrumbe), White Shadows (la búsqueda de culpables) hasta The Hardest Part y Swallowed In The Sea y la catarsis máxima en Fix You, con el amor, la experiencia y el espíritu como respuestas a todas las preguntas. Encima de todo hay que añadir el toque espacial, a lo Pink Floyd-Dark Side Of The Moon y similares, que inunda las letras y acordes de todo el disco ("You're in control, is there anywhere you wanna go?, you're in control, is there anything you wanna know?, the future's for discovering, the space in which we're traveling", la primera estrofa del LP ya recoge el comienzo, el desarrollo y el final de toda la historia).
Entonces, ¿X&Y es una nave espacial donde el tripulante es nuestra conciencia más elevada, el viaje es la reflexión y el destino la verdad? Pues sí, y eso convierte a X&Y es la respuesta afirmativa a una de las preguntas más difíciles que siempre me he hecho con respecto a la música: ¿es éste el mejor disco de Coldplay?