domingo, 31 de julio de 2016

George Michael / Faith

(1987, Columbia/Epic)
(gen: rock)

9.4

Tras una década de auténtica locura gracias al fenómeno Wham!, un George Michael de 24 años dejaba atrás la adolescencia de estrella que les trajo tanto a él como a su colega Andrew Ridgeley grandes éxitos como Wake Me Up Before You Go Go o Last Christmas. Era el momento de explorar nuevos caminos más maduros, más serios y más elevados, algo que ya había dejado entrever con canciones como la sublime Everything She Wants o la perfecta A Different Corner. Faith vería la luz en 1987 para convertirse en uno de los discos más vendidos de la historia, con 25 millones de copias. Dispensador de himnos como "Father Figure" o la picante "I Want Your Sex", este Faith se desenvolvería generalmente entorno al amor pasional y complejo (algo sobre lo que George aprendería mucho en los años siguientes, por desgracia a través del dolor y la pérdida). Con una producción impoluta, canciones como "Faith" o "Father Figure" ahondan en el perfeccionamiento de la imagen del moderno caballero, atrevido y seductor a la vez que elegante y respetuoso, que sabe cuáles son sus metas y cómo conseguirlas al forzar los límites en el campo del amor. Me encanta ser un capullo con las grandes obras del pop comercial, pero con Faith me es difícil/imposible encontrar malas palabras: tomemos "One More Try" como ejemplo de delicadeza compositiva en el que el sintetizador se refugia bajo el manto de ruido blanco (puro sonido vinilo en los primeros días del CD) y la batería subraya frases como <There are things that I don't want to learn, and the last one I had, made me cry> en una pura oda a las derrotas románticas. En términos líricos, sin embargo, la sobredosis de maestría viene de la mano de "Hand To Mouth", el corte más profundo e importante de la carrera del músico inglés de ascendencia griega. "Hand To Mouth" es una midtempo de las que, rítmicamente, más se asemeja al trabajo que Michael presentaría durante los posteriores años noventa. Líricamente, el cantante habla sobre la injusticia social en America (y, por extensión, occidente) a través de breves relatos que abarcan desde un atraco sangriento a un banco por parte de un vagabundo hasta la desgarradora historia de una madre que, con tanta pobreza material como amor por su recién nacido, sólo encuentra el respaldo del dinero a través de la prostitución. En definitiva una reflexión sobre el descalabro del envenenado sueño americano. George consigue evocar con puntería sobrehumana las imágenes tras cada una de las historias que emplea como ejemplo hasta concluir con un esperanzador <So with empty hands I pray, and I tell myself, one day they just might see me>, refiriéndose a la diosa fortuna, y recurriendo a la "fe" como no podía ser de otra manera en este álbum.

Muse / Drones

(2015, Warner Bros)
(gen: rock)

7.0

La última entrega de Muse da un giro extra de tuerca a su espíritu de animal político, un giro quizás demasiado forzado... Drones es la enésima actualización de software a la crítica ácida de los de Matt Bellamy a la tecnoestructura gubernamental y a la pirámide de valores occidental, con "Dead Inside" como ejemplo de esto último (una referencia a la desaparición de la solidaridad). "Reapers" es seguramente el plato fuerte de Drones, con todo su odio hacia la tecnología de guerra, la difunta privacidad en la era digital y el sádico manejo del poder por las élites. Compositivamente un buen corte, pero poco original dentro de la trayectoria del grupo. Los cuatro últimos temas de este normalísimo Drones sí que muestran una clara tendencia hacia la experimentación, y como quien margina a sus hijos extraños a un rincón del sótano, "Revolt", "Aftermath", la pseudoteatral "The Globalist" y "Drones" cierran el LP con un enfoque menos centrado en el puro comentario revolucionario y más sobre el lado trascendental, casi espiritual, de todo este turbio asunto de la guerra digital encubierta y la realidad virtual en que nuestra vida 4G se ha convertido.

jueves, 28 de julio de 2016

Pink Floyd / The Dark Side Of The Moon

(1973, Harvest Records)
(gen: rock)

10

De la religión del rock progresivo, donde los dioses son Pink Floyd, el santo grial es The Dark Side Of The Moon: palabra del señor. Con una portada convertida en icono intergeneracional de la forma más trascendente de entender la música, este clásico juega con la mente de quien lo escucha e inserta en ella un vaivén de ideas que absorbe y teletransporta a la conciencia en un viaje extraño, tenso, como el "Speak To Me" que abre el LP. "Breathe (In the Air)" es el cartel que a la entrada de esta atracción nos intenta tranquilizar, consiguiendo justo lo contrario. "On The Run" es el despegue, la bajada de la barra de seguridad y el comienzo de la montaña rusa que, de menos a más, acelera y deconstruye la realidad percibida y nos la lanza por partes, como si de una obra de pintura abstracta se tratase. De pronto, "Time": la oda angustiada al aburrimiento, al vacío de la vida, al absurdo estrés y a la irritante casualidad del destino que nos ocupa cuando más cansados estamos y nos libera cuando más enérgicos nos sentimos (era ya intensito el post-modernismo de 1973). The Dark Side Of The Moon es en realidad una meditación simplista del cuarteto Gilmour/Mason/Wright/Waters sobre diversos aspectos de la naturaleza humana que, analizados de una forma poco cerebral pero con el lenguaje de verdaderos filólogos, poetas, resultan incómodamente irremediables. Dicha meditación continúa en, para mí, uno de los cortes más litúrgicos de la banda (con permiso de Wish You Were Here): "Us And Them", la referencia al lado competitivo, egoísta e infantil del ser humano que ni sabe ni quiere reconocer sus errores. Evidentemente el momento más político de The Dark Side Of The Moon porque de esa faceta humana nace precisamente el sentir político y reivindicativo (es aquí donde Pink Floyd da un salto más en su genialidad y no sólo extrae deducciones metafísicas del estado actual de la humanidad, sino que las contextualiza en la propia historia del ser humano... y ¡boom! explosión cerebral).
Al margen del asunto histórico/político cantado en "Us And Them", está también el tema social y de valores que, además de actual hoy día, lo era cuando estos ingleses componían este disco: la creciente incertidumbre, el miedo y la desconfianza de todo y todos. Un mix de odio y miedo que, sin darnos cuenta, nos ocupa toda la vida.


lunes, 18 de julio de 2016

David Bowie / Lodger

(1979, RCA)
(gen: rock)

8.8

La última entrega de la trilogía Berlín muestra un ligero retazo de hacia donde se dirigiría David Bowie en la siguiente década. Sin abandonar los muros del art rock en términos líricos, Lodger muestra a un Bowie más cercano al rock comercial, a las grandes melodías y los estribillos medianamente comunes. La genial "Look Back In Anger" no suena a nada que Bowie hubiese brindado con anterioridad: una antiheroica historia de arrepentimiento y revelación divina que, durante la muerte, nos descubre lo desalmados que hemos sido en nuestra vida aunque hayamos luchado por conducirnos por los caminos de la moral y la corrección. Una inteligente metáfora sobre el conflicto entre el alma y la carne humanas.
La divertida "Yassassin", con su sonido añejo pero bien conservado, habla sobre la tolerancia mientras que la pseudo-disco "D.J." en la que Bowie recurre a la música como analgésico frente a la perra vida trabajadora, en un guiño a la dura vida urbana de finales de los setenta. Lodger, uno de los discos más injustamente infravalorados de David (no solo en opinión mía, sino en la de muchos), que aúna ritmos atractivos con letras comprometidas y, sin rallar en lo pedante, ciertamente cerebrales.

lunes, 11 de julio de 2016

Tin Machine

TIN MACHINE I (1989, EMI)
6.5
TIN MACHINE II (1991, Victory Music)
7.5
(gen: rock)
Tras la desastrosa etapa artística que tanta mella hizo en el alma de David Bowie a finales de los 80, culpa de un Never Let Me Down que brindó lo peor de la carrera del cantante, estaba claro que un punto de inflexión creativo era imprescindible para no ver caer al Duque Blanco en un pozo que supondría el final de su carrera. Por eso, en un acto de regeneración artística, el británico se alió con el guitarrista Reeves Gabrels y los hermanos Sales (Tony como bajista y Hunt como batería). Este nuevo grupo a través del cual Bowie esperaba reconectar con sus musas pasadas como quien se arrastra tras una ex-novia que lo era todo, pasó a denominarse Tin Machine. Las pretensiones del grupo estaban claras: sonido rock duro, letras comprometidas y una atmósfera que hoy, décadas después, se considera ampliamente vanguardista teniendo en cuenta cuáles serían los derroteros posteriores del hard rock durante los noventa. La primera entrega de la banda hizo evidente la inmejorable compenetración entre sus miembros, y si bien como álbum estamos ante un trabajo demasiado largo y, hacia su mitad, monótono, se salvan con mucho cortes como "Heaven's In Here", la elegante y ecléctica "Baby Can Dance" o las politizadas "Crack City" y "I Can't Read". Sin embargo esta asociación de músicos veteranos demostraría todo su potencial en su segundo LP, Tin Machine II: una sobredosis de elegancia (antesala del Black Tie White Noise que Bowie presentaría en solitario en 1993) que se hace patente en la acelerada "Baby Universal" (extremadamente importante dentro de la carrera de David a partir de este momento), la tensa "Betty Wrong" o la reivindicativa "Shopping For Girls". Por supuesto todas palidecen ante lo que no solo es obviamente lo mejor y más brutal de Tin Machine, sino probablemente la cima del David Bowie de los años noventa y la raíz estilística del rock progresivo de los noventa gracias a sus melodías oscuras y enigmáticas y sus letras minimalistas: "You Belong In Rock and Roll" es, injustamente, uno de los cortes más infravalorados de cuantos se han producido en los últimos 30 años.

You Belong In Rock'n'Roll https://youtu.be/Ok5A8VoOMis

sábado, 9 de julio de 2016

Alphaville / Forever Young

(1984, Warner/Atlantic)
(gen: rock)

8.1

Entre algodones, así tenían a los oídos de su público los grandes del New Wave de los 80. La delicadeza, la suavidad de las texturas y la elegancia del sonido de esta corriente, que introducía a los novedosos sintetizadores como una parte más de su ADN, no se han visto superadas posteriormente por ningún otro género musical. Y aunque las estructuras a veces pecaban de simpleza y las letras erraban en un camino sinuoso entre lo sin sentido y lo melos, de vez en cuando aparecían grupos como Alphaville, que despachando un LP tan sedoso como este gran Forever Young, hacían las delicias de los amantes de las letras minimalistas que, sin hacer hervir los cerebros en reflexiones profundas, evocaban escenas con la misma maestría que los grandes poetas escritos de la historia.
La banda de origen alemán estaba (y está, pues sigue en activo) encabezada por el cantante Marian Gold y, en su Forever Young presentaba grandes himnos imborrables de la mente colectiva como el corte titulado igual que el disco, "Forever Young", una angelical oda synthpop a la arcadia feliz en la que el ser humano ha querido siempre convertir al mundo, un lugar sin guerras, donde la vida es para siempre y la vida no se diferencia del paraíso que nos han vendido las religiones. En cierto modo es una invitación a no menospreciar Esos Pequeños Momentos en los que llegamos a flotar sobre nuestra particular y efímera pero intensa parcela de felicidad suprema. La divertida "Big In Japan" es una irreverente sátira de la fama y la exaltación de las nuevas estrellas, mientras que "Sounds Like A Melody" juega con la tensión en los ritmos para definir los altibajos del amor en lo que es una de las baladas más extrañas (y bellas) de la historia del rock, y una de las más infravaloradas también, por supuesto.


viernes, 8 de julio de 2016

Bon Jovi / Burning Bridges

(2015, Mercury Records)
(gen: rock)

2.4

Grupos de la talla del liderado por Jon Bon Jovi no pueden permitirse, aunque sea por un arrebato de ego artístico desmedido, faltar al respeto al público y, sobre todo a sus fans, con un discucho como este Burning Bridges con el que dan la patada a su legendaria discográfica tras conflictos económicos entre la empresa y la banda. A excepción de un insulso "We Don't Run" o de "We All Fall Down", pura basura.