martes, 23 de agosto de 2016

Macintosh Plus / Floral Shoppe

(2011, Beer On The Rug Records)
(gen: experimental)

8.1

Yo he oído cosas raras en mi vida, pero el día que descubrí la existencia del género vaporwave alcancé un nivel desconocido, que a día de hoy no tengo muy claro si amo o detesto. Lo cierto es que con Floral Shoppe, obra de la música electrónica norteamericana Ramona Xavier bajo el pseudónimo de Macintosh Plus, no puedo evitar una sonrisa al oír la voz ralentizada de Sade en el primer corte del disco. Si se indaga un poco, esto del vaporwave en realidad surgió como una broma en foros de internet, pero lo cierto es que artísticamente puede tener una lectura algo más interesante si se ahonda en el objetivo de los creadores de contenido. La supuesta intención del vaporwave es descomponer la cultura popular capitalista contemporánea, despiezarla, destriparla, hacer tétricos Frankesteins con ella, y crear una especie de crítica a la cultura del consumo que ha absorbido a artes tan trascendentales como la música. La mencionada Sade o Diana Ross son objetivo de Ramona Xavier en este Floral Shoppe, en el que entendemos que algún tipo de inteligencia artificial mezcla del virus extraterrestre de la película Virus (1999) y el Skynet de Terminator ha generado "caóticos" collages con temas pop de los 70,80,90 y 2000, donde tan aleatorios son los samples y los sonidos como los títulos de los cortes (por cierto, todos en japonés). El resultado queda, para sorpresa de los escépticos, lejos de lo caótico (por eso antes lo entrecomillaba): curiosamente Floral Shoppe tiene dinamismo, encaja, suena bien.
リサフランク420 / 現代のコンピュー https://youtu.be/cU8HrO7XuiE
ブート https://youtu.be/ZJrmzPavcDo

Sam Smith / In The Lonely Hour

(2014, Capitol/Method Records)
(gen: rock/soul)

7.2

El primer disco del británico Sam Smith es una interesante apertura a la visión de este sentido músico del amor y las prioridades modernas. Arrancando con el animado "Money On My Mind", Sam nos relata sus ambiciones al entrar en el negocio de la música, y si bien las deliciosas recompensas materiales del éxito podrían ser un atractivo poderoso para su elección profesional, el potencial de convertirse en ídolo para sus seguidoras nos desvela un toque picarón y muy bribonzuelo por su parte (obvio, el 99% de los que se dedican a esto lo hacen para ligar, y el 1% restante miente si dice que, al menos, no lo ha pensado alguna vez).
La popular "Stay With Me" destaca más por su éxito comercial que por sus cualidades compositivas: una balada bastante sencilla líricamente, sobre la desesperación, las rupturas y las dependencias mutuas. El corte "I'm Not The Only One" consolida a Sam Smith como un cantante al que incluir bajo nuestro radar musical a largo plazo, dando muestra de su talento como escritor de temas soul que, sonando indiscutiblemente originales y adheribles al género, aportan matices contemporáneos y muy personales. "I'm Not The Only One" es la historia clásica de las falsas apariencias y los engaños, en la que aunque nuestro instinto nos dice que la otra persona no está siendo sincera con nosotros, nuestra razón nos vuelve inseguros al respecto y nos obliga a dilatar una situación que, negándonos a verlo, nos destruye por dentro. Por eso, el mensaje último de este corte nos invita a seguir siempre a nuestra voz más interior, aquella que nace del pecho y no de la cabeza.

I'm Not The Only One https://youtu.be/nCkpzqqog4k

lunes, 22 de agosto de 2016

Beyoncé / Beyoncé

(2013, Parkwood/Columbia)
(gen: r&b)

7.9

Afirmar que la quinta entrega de estudio de la diva norteamericana es su cima creativa es, quizás, ir demasiado lejos (aunque muy probablemente al hacerlo no faltemos a la verdad). Lo que sí que se puede gritar a los cuatro vientos sin duda es que el LP autotitulado que vio la luz en 2013 es el mayor exponente de exploración (y sobrepaso) de los límites artísticos de la cantante de Houston. Un LP tan denso como rico en matices y ritmos que abarca todas las tonalidades posibles de la lucha femenina, romántica y profesional de todo un mito musical, cultural y estético como Bé. Abriendo con "Pretty Hurts" como pisotón con el que llamar la atención, nos adentramos en 1 hora y pico de autobiografía ("Haunted" es el corte más relevante en lo puramente musical por su experimentación, con unos giros de percusión jamás imaginables en la obra de Knowles) y, sobretodo, superación personal, como en "Drunk In Love", un mastodonte electrónico en el que aprenderemos los riesgos derivados de la combinación de atracción romántica, hormonas y "sustancias disruptoras de la razón". Por supuesto, una lectura más elevada de "Drunk In Love" daría como resultado una interpretación contra el amor abusivo, los malos tratos, el cambio de roles de género en tiempos modernos y toda esa propaganda que, en momentos como éstos en los que a dichos asuntos tan serios se les da un trato más político que evolutivo, se percibe aquí, en cambio, como una lucha sincera de la artista como Mujer en última instancia. Es este hecho el que convierte a los 5 minutos y medio de "Drunk In Love" en los más importantes hasta la fecha de la discografía de Beyoncé, y no solo por su contenido sino además por su intrincada forma. "Blow", en mi opinión, sobra en el álbum: un tema setentero, disco, muy neo-Motown, plagado de sexualidad, que quizás iría bien en algún disco de la difunta Britney Spears. "Jealous" es un tema especial para mí, porque me retrae a las sesiones de I Am Sasha Fierce, aquél disco en el que conocimos, además de la faceta más guerrera de Beyoncé, a la más dulce, melosa e íntima, de la que yo me enamoré perdidamente (como todos). "Jealous" ahonda nuevamente en las relaciones exigentes y desequilibradas, convirtiéndose en un tema-consejo dedicado a todas las chicas (o chicos, da igual, recordad el tema "If I Were A Boy", al que, por cierto, se hace referencia, si se sabe entreleer, en las letras de "Jealous": <<Sometimes I want to walk in your shoes>>) en plena adolescencia y necesitados/as de probar nuevas experiencias sentimentales. El genial "Superpower", un dueto junto a Frank Ocean, es otra prueba de como convertir lo que de otra forma sería un disco R&B irritante en una muestra interesante de reflexión: el uso del léxico, cuando se hace teniendo en mente la idea de transmitir imágenes muy concretas, implanta conceptos en cabezas ajenas mejor que el libro más técnico o la explicación de profesor más correcta y fría. "Superpower" habla de la ausencia de fronteras para el amor y explica cómo una pareja puede enfrentarse literalmente a todo cuando ambas piezas se convierten en un sólo ente. Es un corte extraño del disco, pero por enigmático se vuelve interesante... al igual que el álbum entero.