viernes, 30 de marzo de 2018

WORK DRUGS / SUMMER BLOOD

2011 / d:independiente / USA

9.2

El trabajo de este dúo de Philadelphia es una muestra exorbitada de talento, especialmente en sus primeros trabajos, entre los que se encuentra Summer Blood.

Work Drugs presenta (o al menos lo hacía en sus primeras entregas) por lo general un sonido elegante, de ritmos medios con letras sugerentes. Se asientan sobre unos espectros de audio bastante orgánicos, con batería y guitarra eléctrica, a los cuales luego la producción consigue encapsular bajo una capa de reverb. De este modo añaden a las canciones la granulidad propia de la arena de las playas que éstas evocan.

El mejor ejemplo de todo lo que acabo de describir es Summer Blood, el disco que aquí estamos tratando. Su segunda entrega tras el álbum Aurora Lies (que no se queda precisamente atrás en términos de calidad), es una genial muestra de dream pop, un ejemplo de música independiente donde lo amateur se alquimiza instantáneamente en profesional.

La imprudente y juvenil 'Rad Racer' es capaz de aunar velocidad con evasión mental, mientras que 'Third Wave' es una sobredosis de sensualidad bailable a cuya melodía resulta imposible resistirse. 'Curious Serge' abre el disco dejando claras las intenciones de que las partituras de este trabajo están tan bien armadas en su sencillez como en su hipnotizante simetría. Mientras, en el plano lírico el hilo central de este LP son la juventud, el romance, el sexo, la playa... (qué otra cosa iba a ser sino con toda esta atmósfera sonora).

'Sunset Junction' teletransporta a otro plano existencial, y se convierte en banda sonora para acompañar a esos momentos en los que (al menos sientes que) has llegado a la cima de tu propia vida en todos los aspectos, y contemplas la puesta de sol en una playa solitaria y perfecta acompañado del amor de tu vida mientras a tu izquierda cuentas con suministro ilimitado de tu cóctel favorito.

Mejores momentos:

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